Ley Aduanera: entre la transparencia y el riesgo de burocracia excesiva
- Ana Paula Kiyama
- 7 oct
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El pasado 6 de octubre, la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen de la reforma a la Ley Aduanera impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. La iniciativa busca endurecer las sanciones y ampliar las responsabilidades de los agentes aduanales, con el objetivo de combatir prácticas como el contrabando y la subvaluación de mercancías.
Aspectos positivos
Desde una perspectiva institucional, la reforma representa un esfuerzo por fortalecer el control en las aduanas y garantizar la legalidad en el comercio exterior. La extensión de la vigencia de las patentes de los agentes aduanales a 20 años, con posibilidad de prórroga, busca proporcionar estabilidad al sector. Además, la creación de un Consejo Aduanal encargado de otorgar, renovar, suspender y extinguir patentes introduce una estructura más formalizada en la supervisión.
Asimismo, la certificación trienal obligatoria para los agentes aduanales y la asignación de responsabilidad legal por las mercancías importadas o exportadas son medidas que podrían contribuir a una mayor transparencia y profesionalización del sector.
Críticas y preocupaciones
Sin embargo, la reforma ha generado preocupación entre diversos actores políticos y económicos. Los diputados de oposición, como Jericó Abramo Masso del PRI y Patricia Flores de Movimiento Ciudadano, han señalado que la iniciativa podría afectar negativamente el comercio internacional de México al hacerlo más burocrático. Además, critican la falta de mecanismos de revisión para los funcionarios públicos en las aduanas, lo que podría perpetuar prácticas corruptas.
Por otro lado, sectores productivos como la industria textil, de confección, calzado, acero y azucarera han respaldado la reforma, argumentando que la presencia del contrabando y mercancías ilícitas ha afectado negativamente sus operaciones, provocando pérdida de empleos e inversiones.
La reforma a la Ley Aduanera presenta una oportunidad para fortalecer la legalidad y la eficiencia en el comercio exterior de México. Sin embargo, es fundamental que se implementen mecanismos de supervisión y rendición de cuentas para evitar que las nuevas regulaciones se conviertan en una carga adicional para los agentes aduanales y no resuelvan las problemáticas estructurales que afectan al sistema aduanero. La verdadera eficacia de la reforma dependerá de su implementación y de la voluntad política para abordar las causas profundas de la corrupción y la ilegalidad en las aduanas.
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