México brilla entre las economías emergentes, aunque el crecimiento pierde fuerza
- Redacción GESE
- 12 ago
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México se ha posicionado como una de las economías emergentes más sólidas en la primera mitad del año, gracias a un bajo nivel de deuda pública y finanzas sanas. Sin embargo, detrás de estos logros fiscales, el crecimiento económico comienza a mostrar señales de enfriamiento.
Al cierre de junio, la deuda pública de México representaba el 49.5 % del Producto Interno Bruto (PIB), por debajo del 51.3 % de 2024. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, este nivel está dentro de lo aprobado por el Congreso y ayuda a mantener la confianza de inversionistas y mercados.
El PIB creció 0.2 % en el primer trimestre de 2025, lo que evitó una recesión técnica (dos trimestres seguidos de caída). Aun así, algunos indicadores muestran que la economía se enfría: la manufactura acumula dos trimestres de baja y los servicios prácticamente no crecieron.
El Índice Coincidente del INEGI, que mide seis variables clave, lleva más de 15 meses cayendo, lo que para varios analistas refleja una recesión más profunda de lo que dicen las cifras oficiales.
El Banco de México recortó su expectativa de crecimiento para este año del 1.2 % al 0.6 %, debido a menor consumo e inversión ante la incertidumbre internacional. El Fondo Monetario Internacional (FMI) es aún más pesimista y prevé una ligera caída del PIB (-0.3 %).
Según la CEPAL, México y Centroamérica crecerán en promedio 1.0 % este año, muy por debajo de países como Argentina, Panamá o Paraguay, que podrían avanzar hasta un 5 %.
México mantiene estabilidad fiscal y bajo endeudamiento, lo que lo coloca en buena posición entre las economías emergentes. Sin embargo, la actividad económica interna se está debilitando y los pronósticos apuntan a un crecimiento mucho más lento en lo que resta de 2025.






