La inflación o aumento de los precios, es un fenómeno económico que desgasta el poder adquisitivo, devalúa el dinero y en general, tiene resultados muy negativos para todos; pero, ¿es culpa de alguien? ¿O solo es un fenómeno más del ir y venir de la economía?
Hay regularmente dos posturas al respecto.
Por un lado, están quienes dicen que se trata de una distorsión provocada por un exceso de demanda o poca oferta de un bien o producto, por otro, algunos expertos se inclinan a explicarlo como un fenómeno monetario, donde la culpa la tiene el exceso de circulante, una impresión excesiva de dinero pues la verdad, es que ambos tienen razón.
Hay que explicar, primero, que el dinero no tiene valor intrínseco, lo que quiere decir que no vale por sí mismo. Si bien es un mecanismo de reserva de valor, unidad de cuenta, y medio de pago, depende de factores como la producción de un país y la confianza en la economía.
Veámoslo, con un ejemplo.
Si usted se encuentra en una isla desierta, al lado de otras 99 personas y en ese lugar, no hay ningún bien o servicio disponibles, de nada le serviría contar con un millón de dólares. Quizá servirían para hacer una fogata por la noche. Regalarle dinero a la gente, en este caso, no sirve de nada, pues no hay nada producido, así que no podrían comprar nada, aunque quisieran, ahora bien, supongamos que un día llega un helicóptero con 10 cajas individuales de comida y ropa, y la comunidad cuenta con un millón de dólares para que se puedan hacer las transacciones, sucedería que, al haber poca comida y ropa, las personas van a pagar lo que sea con tal de hacerse de algo que de entrada es escaso, luego entonces, los precios van a subir hasta las nubes, porque solo hay existencias para el 10 por ciento de personas.
Esto sucede porque mucho dinero, va persiguiendo a pocos bienes producidos y eso provoca el aumento de precios, la solución a ello, no es el dinero disponible, sino producir bienes y servicios en tal cantidad que todos los habitantes de la isla puedan adquirirlos a precios razonables, es decir, resolver la escasez. Para esto es necesario el trabajo, la tecnología, el ingenio y la colaboración de todos, para que haya bienes suficientes.
Esto comprueba ambas tesis, la inflación es generada por un exceso de dinero disponible, pero también por una incapacidad de la oferta de proveer los bienes y servicios que quiere la sociedad.
Hay que recordar también, que otros fenómenos como el incremento en el precio de los combustibles, también son inflacionarios. Es natural, ya que todas las mercancías se tienen que mover por cielo, mar o tierra y eso requiere de energía.
Los aumentos de salarios, también son inflacionarios, pues cuando éstos suben, las pequeñas, medianas y grandes empresas, tienen que trasladar el precio al consumidor final. La inflación, causada por una impresión excesiva de dinero, es nefasta para todos, pues empobrece a las poblaciones y las condena a una complicada escalera de arriba hacia abajo.
Si, por ejemplo, la inflación es del 10 por ciento anual y usted tiene 100 mil pesos guardados, luego de ese periodo, usted va a necesitar otros 10 mil pesos para poder comprar lo mismo que un año atrás.
Dicho de otra manera, los 100 mil tendrán el poder adquisitivo de 90 mil. Los otros 10 mil se esfumaron, se perdieron, usted perdió, la inflación, también provoca otras distorsiones, que encarecen la vida y la hacen complicada; por ejemplo, los bancos tienen que subir las tasas de interés por encima de los niveles inflacionarios para no perder dinero en sus préstamos.
En general, de la inflación dependen múltiples variables económicas, por lo que es necesario mantenerla controlada, de otra manera, se convierte en algo así como una plaga que puede acabar con la cosecha completa.
Actualmente, tanto México como Estados Unidos, no han podido controlar el fenómeno y ya está generando un enfriamiento de las economías, ya hay desempleo y parece que las cosas no se van a componer pronto. Si la inflación no tiende a la baja en los próximos meses, debemos prepararnos para un 2025 cuesta arriba, montaña arriba prácticamente.
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