Revocación y democracia participativa
Pese a lo que parezca, a Andrés Manuel López Obrador le fue bien, muy bien, en Chihuahua durante la pasada votación para la revocación de mandato

Por Héctor Ochoa
Fueron cerca de 300 mil votos los que el presidente obtuvo el domingo, que a pesar del discurso de la oposición, son suficientes para definir una gubernatura en el estado más grande de la república lo que pone relevancia en el gran capital político que puede llegar a tener AMLO en Chihuahua, un capital, que hay que reconocerlo, ha sido trabajado de sol a sol - y vaya que si hay- por el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar. Pérez Cuéllar es hoy por hoy el rostro político de la Cuarta Transformación en el estado y ha sabido capitalizar esa penetración a favor del inquilino de Palacio Nacional.
Los números representan un hecho sin precedentes en tema de políticas públicas sobre la participación ciudadana, y era tan obvio que la misma oposición decidió mejor llamar a no participar para no evidenciar el gran apoyo que Morena ha logrado levantar en un estado tradicionalmente de derecha.
Este ejercicio fue nuevo para los mexicanos, un ejercicio que recibió buena respuesta si se toma en cuenta que se llevó a cabo en un país en donde la cultura de la participación ciudadana tiene kilómetros por avanzar, por lo que significa un precedente que cambiará, sin lugar a dudas la forma en que concebimos la democracia.
Los ciudadanos tenemos que acostumbrarnos a participar más activamente en la vida pública y política de México, no sólo salir a votar en las elecciones, sino dar seguimiento a nuestros representantes y evaluarlos, es por eso que la revocación de mandato es tan importante. Quizá en dos o tres sexenios podamos estar viendo como un presidente de la república pueda ser retirado de su puesto gracias a este instrumento democático.
Más allá de las rencillas políticas, aquí lo importante no era si ganaba o no AMLO, lo importante fue que el presidente dio impulso de una práctica de democracia participativa para permitir al pueblo tener voz y voto más allá de las elecciones, y, en este sentido, hay que decirlo, AMLO resultó ser más demócrata que los mismos fundadores del PAN.