Chihuahua no es terrorismo: historia, cultura y gente resiliente
- Redacción GESE
- hace 3 días
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Mientras Estados Unidos mantiene una alerta de viaje a 30 estados de México, incluyendo Chihuahua, y figuras como Donald Trump señalan riesgos de crimen y terrorismo, habitantes, académicos y líderes locales aseguran que la realidad del estado es muy diferente: Chihuahua es cultura, historia, naturaleza y una sociedad activa y resiliente.
El Departamento de Estado de EE. UU. ha catalogado a Chihuahua con un nivel de alerta 3 (“Reconsiderar viaje”), citando riesgos de crimen organizado, secuestro y terrorismo. Sin embargo, expertos locales advierten que estas alertas generalizan un territorio que alberga más de 3.7 millones de personas y comunidades seguras, que viven con normalidad y participan activamente en la vida cultural y económica del estado.
“Chihuahua no es un foco de terrorismo; es una tierra de oportunidades, patrimonio y comunidades que trabajan todos los días por mejorar su entorno”, señala María del Pilar Rivera, historiadora y directora del Centro Cultural Chihuahua.
Chihuahua es hogar de la zona arqueológica de Paquimé, en Casas Grandes, reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Este sitio, con más de 2,000 habitaciones, evidencia la organización urbana, el comercio y la cultura de sus habitantes prehispánicos.
Además, comunidades como los rarámuri mantienen tradiciones de tejeduría, cestería y arte popular, que se transmiten de generación en generación. Cada año, festivales y ferias culturales celebran la música, la danza y el arte contemporáneo del estado, mostrando la riqueza humana y creativa de sus habitantes.
Las Barrancas del Cobre, uno de los sistemas de cañones más impresionantes del mundo, y el Desierto de Chihuahua, albergan comunidades que dependen del turismo sustentable y de la conservación de su entorno. Guías locales, hospedajes familiares y ecoturismo permiten que visitantes experimenten la majestuosidad natural mientras contribuyen a la economía local y al cuidado de especies como el lobo gris chihuahuense y el correcaminos.
Si bien algunas ciudades, como Ciudad Juárez, enfrentan desafíos de seguridad, otras zonas urbanas y turísticas, como la capital Chihuahua y la región serrana, muestran niveles de seguridad estables y mejorados, con presencia policial y programas comunitarios de prevención.
“No se puede juzgar a todo el estado por la situación en un área específica. Chihuahua tiene regiones muy seguras y activas culturalmente”, comenta Carlos Flores, investigador en seguridad y desarrollo social.
Chihuahua es un motor económico del norte del país, con parques industriales, empresas tecnológicas y universidades que forman profesionales en ciencia, arte y tecnología. Jóvenes emprendedores lideran iniciativas de innovación social, arte urbano y proyectos ambientales, mostrando la resiliencia y el talento de su gente.
Chihuahua no es terrorismo ni delincuencia: es historia viva, naturaleza imponente y gente comprometida con su presente y su futuro. Alertas y comentarios generalizados no reflejan la verdadera esencia de un estado que merece ser conocido, visitado y valorado por su cultura, su gente y su riqueza natural.
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