Inflación en México: la cuesta de septiembre y sus efectos en la economía
- Ana Paula Kiyama
- 26 sept
- 3 Min. de lectura
La inflación en México repuntó en la primera quincena de septiembre de 2025 y alcanzó una tasa anual de 3.74 %, de acuerdo con cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Aunque el dato se mantiene dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico) —3 % ± un punto porcentual—, la tendencia al alza por tercera quincena consecutiva encendió alertas entre analistas y autoridades monetarias.
El factor que más incidió en este aumento fue la estacionalidad del regreso a clases, que tradicionalmente presiona al índice inflacionario en septiembre. De acuerdo con el INEGI, los precios de servicios educativos tuvieron variaciones notables:
Educación primaria: +5.75 % quincenal
Preescolar: +5.89 %
Secundaria: +2.71 %
Preparatoria: +5.48 %
Universidad: +1.63 %
A este incremento se sumaron aumentos en vivienda propia (+0.11 %), así como en alimentos de consumo diario: pollo (+0.50 %) y carne de res (+0.43 %). También destacaron alzas en el rubro de alimentos preparados, en especial aquellos vendidos en loncherías, fondas, torterías y taquerías, reflejando cómo el gasto cotidiano de las familias se encareció durante este periodo.
La inflación subyacente, que elimina los precios más volátiles como energéticos y agropecuarios, se consolidó como el componente más presionado, al ubicarse en 4.26 % anual, con un alza de 0.22 % quincenal.
Este indicador ha mantenido lecturas por encima del 4 % en las últimas ocho quincenas, lo que preocupa a los especialistas, ya que refleja incrementos persistentes en mercancías y servicios. Dentro de esta categoría, las mercancías subieron 4.19 % anual, mientras que los servicios lo hicieron en 4.32 % anual.
La inflación no subyacente, en contraste, se moderó: registró 2.01 % anual y apenas 0.03 % quincenal. Aquí se observaron descensos en productos agropecuarios y energéticos, entre ellos:
Aguacate (−5.94 %)
Jitomate (−1.40 %)
Huevo (−0.66 %)
Gas doméstico LP (−0.52 %)
Estos retrocesos funcionaron como un contrapeso parcial frente a los incrementos en educación y alimentos preparados.
Tres quincenas consecutivas de repunte
De acuerdo con el INEGI, la inflación anual pasó de 3.57 % en agosto a 3.74 % en septiembre, marcando su tercer incremento consecutivo. La última vez que la inflación se había mantenido en trayectoria ascendente durante un periodo similar fue a inicios de 2023.
Analistas advierten que, aunque el dato general sigue dentro del rango de Banxico, el comportamiento de la subyacente confirma que las presiones internas en la economía mexicana persisten y podrían prolongarse hacia el cierre del año.
Política monetaria en la cuerda floja
En medio de este escenario, el Banco de México decidió el 25 de septiembre recortar su tasa de referencia en 25 puntos base, ubicándola en 7.50 %, en lo que representa su quinta reducción consecutiva. La decisión busca dar oxígeno a la actividad económica, aunque la autoridad reconoció que el balance de riesgos para la inflación permanece sesgado al alza.
“El reto es mantener la inflación bajo control sin sofocar el crecimiento”, señalan analistas citados por El Economista. De continuar el alza en el componente subyacente, Banxico podría verse obligado a moderar el ritmo de sus recortes en los próximos meses.
Más allá de las cifras macroeconómicas, la inflación se refleja directamente en el bolsillo de las familias mexicanas. El aumento en servicios educativos golpea a millones de hogares en pleno regreso a clases, mientras que los incrementos en alimentos preparados afectan el gasto cotidiano, sobre todo en sectores que dependen de la comida fuera de casa.
En contraste, la caída en productos como aguacate, jitomate o huevo ofrece cierto alivio temporal, aunque los consumidores perciben más los incrementos en rubros constantes que los descensos estacionales.
Los especialistas coinciden en que la inflación podría cerrar el año en torno al 3.8 %–4.0 %, todavía dentro del rango de Banxico pero con riesgos de desviarse si se mantienen las presiones en educación, vivienda y alimentos procesados.
La atención estará puesta en el comportamiento de la inflación subyacente, ya que será el principal indicador para determinar la ruta de la política monetaria.
El repunte de la inflación en septiembre es una señal clara de que el entorno económico mexicano sigue enfrentando presiones internas, especialmente en los servicios y en los productos ligados al consumo básico. Aunque el índice general aún está bajo control, la persistencia de una inflación subyacente elevada representa un desafío para las autoridades y un golpe al bolsillo de las familias.
México camina, una vez más, en la delgada línea entre estimular la economía y contener los precios.










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